psicóloga, y durante años me dediqué a ayudar a otros. Pero, aunque guiaba a personas hacia su paz, yo misma me sentía perdida. Mi vida comenzó a desmoronarse: mis relaciones carecían de sentido, mi salud se quebrantaba, y el estrés me consumía. Apliqué las técnicas que enseñaba, pero ninguna funcionaba para mí. Me encontraba en una crisis profunda.
Fue en ese momento de agotamiento cuando, finalmente, decidí pedir ayuda y abrirme a un cambio real. Ese paso me permitió descubrir el poder de la manifestación desde la esencia. Aprendí a alinear mis pensamientos, emociones y energía, a conectar conmigo misma y con el universo. No fue fácil, pero la transformación comenzó a surgir.
Hoy, después de ese proceso, mi vida es plena y abundante. Ahora puedo guiar a otras mujeres desde un lugar auténtico y profundo. Si estás en un momento oscuro, recuerda que no estás sola. Transformar desde la esencia no solo sana; expande.
¿Te animas a descubrir lo que tu esencia puede manifestar?